El whisky, la bebida nacional de Escocia, se ha elaborado con mucho cariño en todo el país durante siglos. Hay más de 100 destilerías en funcionamiento en la actualidad, cada una de las cuales elabora whisky a su manera única.
Los mejores whiskys de Escocia

Ballantine’s

Bowmore

Cutty Sark

Dalmore

Dalwhinnie

Dimple

Glen Grant

Glenfarclas

Glenfiddich

Glenkinchie

Glenmorangie

Grant’s Whisky

Haig Club

Johnnie Walker

Jura

Knockando

Laphroaig

Long John

Old Parr

Passport

Sir Edward’s

Talisker

The Glenlivet

The Glenrothes

Whisky Aberfeldy

Whisky Ancnoc

Whisky Ardbeg

Whisky Balvenie

Whisky BenRiach

Whisky Bruichladdich

Whisky Buchanan’s

Whisky Bunnahabhain

Whisky Caol Ila

Whisky Cardhu

Whisky Chivas Regal

Whisky Cragganmore

Whisky Dewar’s

Whisky GlenDronach

Whisky Highland Park

Whisky J&B

Whisky Kilkerran

Whisky Lagavulin

Whisky Macallan

Whisky Mortlach

Whisky Nomad Outland

Whisky Oban

Whisky Royal Salute

Whisky Sea Shepherd

Whisky Singleton of Glendullan

Whisky Tamnavulin

Whisky The Antiquary

Whisky The Glenallachie

Whisky Tomatin

Whisky William Lawson’s
Historia del whisky escocés
Dos acontecimientos contribuyeron a aumentar la popularidad del whisky: en primer lugar, en 1831 se introdujo un nuevo proceso de producción utilizando un alambique Coffey o de patente. El whisky producido con este proceso era menos intenso y más suave. En segundo lugar, el escarabajo filoxera destruyó la producción de vino y coñac en Francia en 1880, lo que significa que las existencias de ambos en las bodegas de todo el mundo disminuyeron a casi nada.
Desde entonces, la producción de whisky ha ido creciendo a pasos agigantados, superando la prohibición en Estados Unidos, dos guerras mundiales, la Gran Depresión y las recesiones económicas a lo largo de los siglos XX y XXI. Hoy en día, se disfruta en más de 200 países de todo el mundo.

Características del whisky escocés
El whisky escocés es técnicamente un whisky (sin la «e») que ha sido destilado y madurado en Escocia. Se hace principalmente de cebada malteada, recuerda, el bourbon se hace de maíz. El whisky escocés, en términos sencillos, tiene un sabor muy parecido al bourbon, pero con una marca registrada «bite» que arrastra la parte posterior de la degustación. Esta es la razón por la que algunas personas se alejan del escocés, pero para otras, es un gusto adquirido que sólo enriquece la experiencia. Una cosa es segura: los aficionados no deberían empezar con el whisky escocés.
Cómo se hace el whisky escocés
El proceso de producción del whisky escocés es sorprendentemente sencillo:
- Malteado: el proceso de transformación de la cebada en Malta es muy similar a las primeras etapas de la elaboración de la cerveza. La cebada se remoja o «empapa» en agua, se escurre y luego se esparce por el suelo de malta para que germine. Durante el proceso de germinación (generalmente 6 o 7 días), se liberan enzimas que convierten los almidones en maltosa, un azúcar. En este punto, la cebada malteada se seca utilizando el humo de un horno subterráneo llamado «horno».
- Trituración: la malta seca se muele hasta obtener una harina con la consistencia de avena, llamada «grist». La molienda se mezcla con agua caliente y se bombea a un recipiente llamado «cuba de maceración». En la cuba de maceración, el agua y la malta molida se mezclan bien y se dejan remojar para que los azúcares de la malta se liberen en líquido. Este líquido azucarado se llama «mosto».
- Fermentación: el mosto se extrae y se bombea a grandes recipientes de madera o acero llamados «washbacks». Una vez allí, se combina con la levadura y se deja fermentar. La duración de la fermentación puede ser diferente dependiendo del ambiente, pero generalmente dura unos dos días.
- Destilación: el lavado se destila dos veces (malta simple en un alambique, whisky de grano en un alambique Coffey). El líquido resultante se denomina «vino bajo» y tiene aproximadamente un 20% de alcohol en volumen.
- Maduración: el escocés sin terminar se coloca en barricas de roble, o barricas, para que comience el proceso de maduración. A lo largo de la maduración el whisky se vuelve mucho más suave, aumenta su sabor y comienza a retener el color dorado de las barricas en las que reposa.
Otros whiskys del mundo
Última actualización el 2021-03-04